La cadena de frío es de vital importancia en la conservación de los alimentos, particularmente en los mariscos, ya que garantiza la higiene, calidad y salubridad, evitando su descomposición y el crecimiento de microorganismos patógenos.
Mantener la temperatura ideal durante las distintas etapas de su recorrido, desde la producción hasta el consumidor final, pasando por almacenamiento y transporte, es todo un desafío.
En ese reto de mantener la temperatura óptima a lo largo de la cadena de suministro, la logística se vuelve un aliado clave para empresas como las camaroneras, que necesitan ese control férreo de la temperatura de su producto para garantizar calidad y evitar pérdidas.
Para brindar ese servicio tan fundamental se debe contar con el equipamiento apropiado en la bahía de carga, infraestructura y tecnología que asegurarán la cadena de frío.
Abrigos inflables
Estos abrigos garantizan la impermeabilidad en el área de carga impidiendo las fugas de temperatura y cuentan con una tecnología que les permite inflarse y envolver la caja del camión para garantizar la temperatura durante la carga o descarga.
Puertas seccionales
Están diseñadas para ofrecer un perfecto aislamiento y con ello, garantizar que la temperatura del interior se mantendrá en sus niveles ideales.
Abrigos retractiles
Son ideales para garantizar la máxima higiene en el manejo de productos como el camarón, ya que evita la entrada de contaminantes y la pérdida de temperatura. Además, absorbe los golpes producidos por los camiones durante las maniobras de aproximación a la bahía.
Sellos
No podemos asegurar una cadena de frío sin contar con ellos. Los sellos de bahía proporcionan un cierre hermético entre el camión y la bodega, ya que cierra los espacios manteniendo la temperatura dentro de la instalación, lo cual no sólo mantiene la temperatura óptima, también ahorra energía y reduce el ingreso de contaminantes.
Mantenimiento
Contar con la infraestructura y la tecnología adecuada no es suficiente para garantizar esa cadena de frío que permite la calidad, frescura, higiene, inocuidad y salud. También es necesario un mantenimiento periódico en la bahía para asegurar el buen funcionamiento de cada uno de los equipos.
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